Regresar de las vacaciones sin deprimirte es lo que muchos deseamos, ya que a veces es imposible evitarlo justo cuando nos levantamos por las mañanas y regresamos a la rutina diaria.
Pero más que permitir que decaiga el ánimo, debemos agradecer los increíbles momentos que disfrutamos junto a la familia, pareja o solos durante las vacaciones, ya que gracias a esas vivencias alimentamos nuestro apetito por viajar y automáticamente nos hace comenzar a planear el próximo destino a visitar.
Disfruta las experiencias y los recuerdos que obtengas en tus viajes
Trata de ver los momentos agradables como parte de una sucesión permanente de nuevas experiencias y recuerdos duraderos.
Sé agradecido
Por haber podido experimentar tus vacaciones, recuerda que allá afuera hay personas que no les es posible vacacionar.
Introduce elementos de tu viaje en tu vida diaria
Así mantendrás viva la emoción y el sentido de descubrimiento en cualquier sitio en el que vivas. Adorna tu lugar de trabajo con algún souvenir o fotografías que te evoquen a esos momentos de pura diversión en tus vacaciones.
Los souvenirs o recuerdos de tus viajes
Te pueden ayudar (aunque no lo creas) a crecer como persona y ampliar tu sentido de identidad y cultura.
Siempre planea tus vacaciones con anticipación
Aunque lo veas lejano en tu horizonte, planear tus siguientes vacaciones provocará en ti tener una fácil adaptación a la escuela o al trabajo. Así que programa con tiempo tu próximo viaje, esto te permitirá no estar presionado cuando quede poco tiempo.
No dejes que la depresión se asome
Párala en seco pensando en las cosas divertidas que te gustaría hacer en tu siguiente viaje. Pon en práctica estos tips y dile adiós a la depresión postvacaciones.
¡Feliz regreso a tu vida diaria!